La Subida al Fito es una de las pruebas clásicas del Campeonato Europeo de Montaña, y desde hace más de cuarenta años convierte el entorno del Sueve en una sinfonía de colores y motores que tiene un indudable atractivo a tres bandas: deporte, espectáculo y naturaleza.
Los amantes del deporte del motor tienen cada mes de mayo a mediados una cita ineludible con su pasión.
Tanto la cara norte como la sur de las estribaciones de la Sierra del Sueve son terreno idóneo para una competición de alto nivel como es la Subida al Fito, que aúna dificultad máxima, paisaje atractivo, expectación sin límite —cada edición congrega a miles y miles de expectadores—, y, por añadidura, un gran ambiente de deportividad y fiesta.
La Subida al Fito: motores, flores, vacas, fogones Michelín, y un mirador con vistas
Durante todo un fin de semana se combinan el sonido de los motores y el de la música asturiana, y también el olor a gasolina y el suave aroma de las flores silvestres que se dan en una ruta que nos lleva al mismísimo Picu Pienzu —cuya cruz tiene una romántica y curiosa historia—. Y como catalizador de todas las gestas, de todas las miradas, de todas las emociones, el Mirador del Fito —una especie de taza construída en 1927— enclavado en un paraje único con una panorámica 360 sobre el paisaje astur que nos lleva en un ‘barrido’ del mar a la montaña y viceversa, siempre con las moles calizas de los Picos de Europa como telón de fondo de toda la escena y de toda inspiración viajera.
El Fito mezcla la vaca asturiana de la montaña con los prototipos de gran cilindrada de la prueba, la inusitada pasión que desatan las subidas de montaña —una de las experiencias más singulares que se pueden vivir en Asturias— con un apacible paisaje, el olor a hierba con el de los fogones de Nacho Manzano o José Antonio Campoviejo —que también tienen algo de pilotos… por algo entre los dos suman tres estrellas Michelín en sus restaurantes Casa Marcial y El Corral del Indiano en La Salgar y Arriondas respectivamente—.
El Sueve, tierra de asturcones y de montañeros que suman sorprendentes historias, es la montaña a la que siempre deseas volver.
Dulce y sosegada, cuando mira al mar nos presenta las playas más glamurosas y surferas de Caravia y Colunga, y cuando vuelve su mirada al interior nos baja hasta las Arriondas, localidad deportiva y animosa donde las haya, cuna de olímpicos, de piragüistas, de pescadores, de pilotos… de paisanaje singular, y pueblo donde se ubica el parque cerrado de esta competición.
Tres días de mayo decisivos para el campeonato de Europa, de España y de Asturias de montaña
Tres días de mayo con numerosos pilotos de toda España y de toda Europa en la Subida al Fito, batiéndose para alcanzar una meta única, en una de las subidas decanas de su especialidad, puntuable para el campeonato de Europa, de España y de Asturias de montaña… en medio de una de las montañas más guapas que dio al mundo la variopinta orografía asturiana.
Fuente: https://www.turismoasturias.es/
